Prosa aprisa
Arturo Reyes Isidoro
En su columna del pasado 5 de noviembre, Salvador García Soto, uno de los más leídos en El Universal, publicó que Morena lleva perdida la Ciudad de México.
Dijo que entre las mismas cúpulas de Morena y de la 4T se habla de encuestas internas, que se atribuyen a la dirigencia nacional, en las que los números no favorecen al partido gobernante.
Comentó que las cifras arrojan un dato que enciende las alarmas del oficialismo: si las elecciones para Jefe de Gobierno fueran hoy, el morenismo perdería las votaciones.
Se favorecería, agregó, a una alianza opositora similar a la que le arrebató nueve alcaldías y la mayoría del Congreso local a Morena en los comicios intermedios de 2021.
Expuso que, a dos años de la elección presidencial y local para renovar la Jefatura de Gobierno de la CDMX, las 16 alcaldías y el Congreso local han dejado de ser mayoritariamente de Morena.
Y apuntó algo muy cierto: “La pieza clave para cualquier partido que aspire a ganar la Presidencia de la República, sin duda es la Ciudad de México no sólo porque con su padrón de casi 8 millones de votantes es una de las cinco entidades estratégicas que pueden definir una elección nacional, sino porque el impacto de ganar o perder la capital del país tiene una fuerte resonancia en toda la República”.
La marcha del domingo no deja ninguna duda
Ocho días después, la marcha del pasado domingo no dejó ninguna duda que Morena tiene perdida la capital del país, lo que debe tener desquiciado al presidente López Obrador.
La manifestación y protesta en la que habrían participado 640,000 mil personas, según la más alta estimación que hizo Guillermo Valdés Castellanos, socio del Grupo de Economistas y Asociados (GEA) (Martí Batres dijo que solo fueron 12,000, lo que se tomó como un mal chiste) impactó de lleno en la línea de flotación de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
El presidente debe estar ahora haciendo un control de daños y preocupado y molesto con la candidata del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, a la presidencia.
Debe estar haciendo consideraciones sobre cómo fue posible que la señora descuidara el bastión electoral más importante que habían venido teniendo y no tratara de recuperar terreno luego del descalabro de 2021, que comenta el columnista capitalino.
Andaba haciendo turismo electoral en Veracruz
El domingo, en lugar de estar en la CDMX atenta a todo lo que sucedía, tomando nota para actuar en consecuencia, más porque él se había ido a su rancho en Tabasco a celebrar su cumpleaños, la mujer andaba intentando hacer proselitismo como aspirante a la presidencia y haciendo turismo electoral en el norte de Veracruz acompañada por “mi amor, Jesús” (su actual pareja, Jesús María Tarriba).
Digo que intentando hacer proselitismo porque a eso se habría reducido su visita, pues, me aseguran amigos, conocidos y lectores de Tuxpan que para nada impactó en ese puerto del norte su visita, como tampoco Rocío Nahle, y que lo que hubo fue acarreados de municipios del norte, pero nada de consideración.
Digo que haciendo turismo electoral porque lo más relevante que publicó en su cuenta de Facebook fue que estuvo en la zona arqueológica del Tajín y en el parque Takilhsukut disfrutando el espectáculo de los Voladores de Papantla, comiendo comida típica del Totonacapan y asistiendo a un ritual de sanación, una especie de limpia.
Mientras, la Ciudad de México, su casa y su bastión político, se le caía a pedazos, lo que no tolerará su padrino AMLO tanto por su irresponsabilidad como porque ahora ya debe tener muy claro que con ella no retendrían la presidencia.
Su caída va a arrastrar al cuitlahuismo
Su caída va a arrastrar a todos lo que han dado por hecho que ella será la candidata presidencial, en Veracruz el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y todo su equipo político, así como la candidata de ella y de él a la gubernatura, Rocío Nahle.
Quizás el gobernador ya se dio cuenta (o ya se lo dijeron sus asesores) de la situación comprometida en que está su candidata presidencial y por eso ayer pisó el freno hasta el fondo y declaró que no se va: “No, no pienso pedir licencia. Yo aquí ya lo había expresado, pregúntenme en diciembre del 2023, pero mi deseo es continuar con el cargo, continuar con esta responsabilidad”.
Cuitláhuac estaría optando por el dicho de que más vale ser cabeza de ratón que cola de león, que desde mi punto de vista sería lo mejor para él, pues de ser el gobernador de uno de los estados más importantes del país, con todos los recursos para ser un país independiente, pasaría a ser empleado de la Sheinbaum, pero allá él si le gusta la mala vida.
Y como promotor de las candidaturas de Claudia y de Rocío, si no reacciona luego del intrascendente acto en Tuxpan, donde ni fu ni fa ninguna de las dos, entonces es que está dispuesto a caminar por la cuerda floja sin red protectora. Y la oposición, feliz
Se aplaude que Cuitláhuac no recorte presupuesto a la UV
Oportuna resultó la aclaración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez de que no habrá ningún recorte al presupuesto de la Universidad Veracruzana para 2023 sino que incluso se le apoyará con recursos extras.
En diversas publicaciones se había manejado que el presupuesto para la UV sería de 5 mil 844.4 millones de pesos, 40 millones menos respecto al presupuesto de este año. La casa de estudios recibe subsidios tanto del gobierno federal como estatal.
La aclaración la hizo a una semana de que entregue en el Congreso su cuarto informe de gobierno. De no haberlo hecho se habrían generado protestas, que se hubieran sumado a la de los maestros estatales que reclaman el pago de un aumento de sueldo que anunció AMLO.
La última vez que hubo problemas entre el gobierno y la UV fue en 2016 cuando el gobernador Javier Duarte no pagaba dinero que le debía y entonces el 10 de marzo de ese año más de 50 mil integrantes de la comunidad universitaria, encabezados por la entonces rectora Sara Ladrón de Guevara, salieron a protestar en todo el estado.
AMLO “exhibe” a la Arquidiócesis de Xalapa
Del papel protagónico que tiene en la vida pública de Veracruz y del país la Arquidiócesis de Xalapa habla el hecho de que ayer en su conferencia mañanera el presidente López Obrador la descalificó por haber participado en la marcha del domingo, tanto en la Ciudad de México como en Xalapa.
Lo cierto es que domingo a domingo la Arquidiócesis hace serios señalamientos públicos por la grave situación que se vive el país bajo el gobierno morenista y se caracteriza por ser una Iglesia de avanzada.
El sábado, la boda de la exalcaldesa Elizabeth Morales
El pasado 12 de agosto, a través de un video, la exalcaldesa de Xalapa, exdirigente estatal del PRI y exdiputada, Elizabeth Morales García, anunció su compromiso matrimonial con su novia Zoé Gamboa. Dijo entonces: “Asumo con amor y valentía mi felicidad”. En Veracruz, desde el pasado 2 de junio es legal el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
El próximo sábado, a las 6 de la tarde, en un salón del municipio de Emiliano Zapata habrán de formalizar su matrimonio. Será una boda civil y espiritual. Ambas estarán vestidas de blanco y todas las testigos serán mujeres.
“Para mí es un paso importante en lo personal pero también en mi vida pública. Ha sido un camino largo y complejo. Es una boda que pretendemos rompa paradigmas y no solo porque las novias somos mujeres, sino porque es una clara muestra de los nuevos tiempos de diversidad”, comentó Elizabeth al columnista.
“Pretendemos disfrutar nuestro amor en libertad y también compartir para que más mujeres en nuestra circunstancia no deban esconderse, llevar una doble vida, tengan miedo de se ser descubiertas, rechazadas o que sean señaladas”, expresó.
En el medio político han surgido voces aplaudiendo la valiente decisión de la pareja y expresando que sería saludable para la vida pública de Veracruz que los integrantes del gobierno del estado, de la comunidad LGBT (lésbica, gay, bisexual y transexual), se abrieran e hicieran pública su preferencia sexual.