CLAROSCUROS
José Luis Ortega Vidal
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El 30 de junio pasado, Rafael Marín Mollinedo aseguró ante miembros de la Confederación de Cámaras Industriales -CONCAMIN- el arribo de inversiones por 200 mil millones de dólares hasta el año 2050 en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
También durante el mes de junio -el día once- el presidente de Andrés Manuel López Obrador visitó el puerto de Salina Cruz, en Oaxaca, para supervisar el avance de obras impulsadas allí como parte del mismo Corredor Interoceánico.
Un boletín de la presidencia a propósito de dicho evento expone:
“Explicó que continuarán las consultas y proyectó para septiembre de este año la conclusión de los puertos, la vía del tren y la escollera.
Que ya podamos ir en tren desde Salina Cruz hasta Coatzacoalcos, va a haber tren de carga, de contenedores, pero también tren de pasajeros.”
Durante una visita a Coatzacoalcos, el diez de julio, Ramiro Marín Mollinedo ofreció nueva fecha para el primer traslado de contenedores entre los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos; será en noviembre próximo, afirmó…
Los recorridos del tren incluirán -en cada viaje- la presencia de marinos en un vagón para garantizar la seguridad, detalló el director del CIIT.
El discurso de AMLO el 11 de junio en Salina Cruz debe leerse una y otra vez durante los años próximos. Ahí se añade:
“El presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó el compromiso de concluir en este gobierno la rehabilitación de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, el tren de carga y pasajeros que correrá entre ambas terminales, así como el gasoducto, la planta de licuefacción y la coquizadora; ambas, con inversión de 120 mil millones de pesos.
“Tenemos que hacer realidad este proyecto porque va a ser una hazaña; tenemos poco tiempo y yo quiero que antes de terminar mi mandato pueda dejarlo operando. Claro que podemos hacerlo porque ya se ha avanzado, pero hay que dar el último jalón.”
Aclaremos puntos nodales sobre ésta, la cuarta mega obra del gobierno de López Obrador, también llamado la 4T o Cuarta Transformación.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, desde su presentación el 23 de diciembre del 2018 por parte de Rafael Marín Mollinedo “toma como eje de la dinámica económica el concepto de Corredor Multimodal Interoceánico para aprovechar la posición geoestratégica del Istmo de Tehuantepec y competir en los mercados mundiales de movilización de mercancías, a través del uso combinado de diversos medios de transporte.
Entre las obras de infraestructura que considera el proyecto enumeró: modernizar el ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, modernizar los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, fortalecer la infraestructura carretera y de caminos rurales, así como la construcción de un gaseoducto para abastecer a empresas y a consumidores domésticos. Además, a lo largo del Istmo se tenderá una línea de fibra óptica para fortalecer la conectividad digital de la región en beneficio de las empresas y las comunidades que actualmente carecen del servicio de internet, por lo que podrán conectarse en espacios públicos.”
Hace casi cuatro años, Marín Mollinedo lanzó una crítica sustentada en el abandono real del sureste de México como un espacio sin desarrollo social, sin inversión pública ni privada adecuados ni suficientes a fin de cambiar su condición de proveedor de materia prima natural e industrial para el México industrializado en el centro, el bajío y el norte.
“El Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec tiene como objetivo el crecimiento de la economía regional con pleno respeto a la historia, la cultura y las tradiciones del Istmo oaxaqueño y veracruzano, afirmó Rafael Marín Mollinedo. Por ello, el Gobierno de México instrumentará la consulta previa, libre e informada que la ley mandata, para construir una ruta compartida para el bienestar de la región, donde se asientan chontales, huaves, mixes, zapotecas, zoques, nahuas y popolucas.
El encargado del Corredor Multimodal Interoceánico explicó que el modelo de desarrollo de las últimas cuatro décadas incrementó la desigualdad entre la sociedad y distintas regiones del país, por lo que el gobierno de la Cuarta Transformación propone recuperar la capacidad de generar dinámica económica de la inversión pública para crear condiciones que atraigan la inversión privada en beneficio de los pobladores de la región.”
La pandemia del COVID 19 alteró plazos para la concreción de metas en las etapas del Corredor Interoceánico pero en junio pasado se estableció el compromiso de concluir la primera etapa del mega proyecto: la inauguración de la vía del tren transístmico restaurada para disminuir de 7 a 4 horas el tiempo de traslado de contenedores y de personas.
El tren transístmico se inauguró en 1907 por el presidente Porfirio Díaz, luego de haberse iniciado su construcción desde 1859 durante el gobierno de Benito Juárez.
Fue muy breve el lapso de empleo del tren transístmico como enlace en el comercio mundial vía los océanos pacífico y atlántico, es decir entre Asia y Europa y las costas este y oeste de Estados Unidos.
En 1920 se puso en funcionamiento el canal de Panamá y durante más de un siglo el istmo panameño ha operado como el vínculo geográfico de mayor jerarquía en el comercio internacional interoceánico.
En el continente americano sólo tres hay istmos, el otro está en Nicaragua y tampoco se ha explotado ni hay planes de hacerlo en el corto plazo.
México podría convertirse durante las próximas tres décadas en la competencia del Canal de Panamá en un escenario geopolítico donde a Estados Unidos le pesa haber convertido a China en la fábrica del mundo y los grandes corporativos capitalistas están implementando el nearshoring, o la tercerización de procesos productivos cuyas actividades recaen en una empresa cercana a la matriz, en este caso en Estados Unidos, que además de la frontera compartida con México, mantiene junto con Canadá el T-MEC o Tratado de Libre Comercio del norte de América. (CONTINUARA)