PLANA MAYOR
Gaudencio García Rivera
Causó beneplácito entre opositores, sociedad civil, académicos y periodistas críticos la narrativa del nuevo líder de la bancada mayoritaria de Morena y de la Junta de la Coordinación Política (Jucopo) de la LXVII Legislatura del Estado, Esteban Bautista Hernández.
No es un novato en las lides políticas en Veracruz. Cuenta con más de 25 años como activista social, dicho por él mismo en las entrevistas con la prensa al asumir el liderazgo de la Jucopo.
Sorprendió, a propios y extraños, su discurso de humildad y conciliación con los opositores para consensuar las iniciativas de la gobernadora Rocío Nahle García, a partir del 1 de diciembre, cuando tome posesión formal de la gubernatura del Estado.
¿Por qué sorprendió? El imaginario colectivo, los segmentos sin partido y los opositores viene dolida de las mentiras, de la ‘guerra sucia’ y del ‘cochinero’ que orquestó el talibán de Macuspana para que ganaran los candidatos a cargos de representación popular en el país.
Hay heridas que urgen cicatrizar para que los gobiernos -federal y estatal- concilien, dialoguen y utilicen el bien común con todos los sectores sociales del aparato estatal, respeten a las minorías y gobiernen para todos. Pero.
Pero viendo y analizando el esquema, el cliché, el entramado del púlpito presidencial, con algunas variantes, donde hay un ‘linchamiento’ contra opositores, intelectuales y críticos, se antoja difícil que prospere la conciliación y el diálogo que ofrece el líder de la Jucopo y de la bancada mayoritaria de Morena.
Esteban Bautista podrá tener la mejor intención del mundo para conciliar con los veracruzanos, que evidentemente hace falta para que haya un buen gobierno, pero en la práctica Morena y sus satélites son una maquinaria aplanadora que arrasan sin convencer al imaginario colectivo.
En la práctica, Morena en la LXVII Legislatura no requiere los votos de los vilipendiados opositores del PAN, PRI y MC, porque son una impresionante mayoría que avasallan con todo, tanto en el área administrativa como en las principales comisiones estratégicas del cuerpo colegiado.
A nivel federal, a grandes rasgos, doña Claudia Sheinbaum y su cómplice el Congreso de la Unión le están dando el tiro de gracia a los contrapesos para colonizarlos de súbditos y dar forma a la nueva política de la autocracia oficial.
El modelo se venía aplicando ya con anticipación para las gubernaturas. Cuitláhuac García, a una voz de su exjefe y torquemada de Macuspana, obedecía al pie de la letra para destruir el contrapeso del Poder Judicial y convertirlo a modo del Ejecutivo Estatal.
Por eso, el desacato recurrente del bailarín salsero y la Legislatura local a las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se las pasaron por el arco del triunfo, por instrucciones del político tabasqueño, que por cierto no se ha retirado a “La Chingada”, su rancho, como lo había prometido porque está ejerciendo con toda plenitud y con singular cinismo su Maximato con doña Claudia.
En epilogo, la disposición del nuevo líder cameral, Esteban Bautista, para conciliar con los opositores, se verá reflejada en el curso del primer año del periodo legislativo, sin que sea eclipsado por la gobernadora de Veracruz que intente convertir al Poder Legislativo en una oficina más del Poder Ejecutivo.
El imaginario colectivo y los opositores hacen votos por qué el discurso legislativo no sea ‘demagógico’, un doble discurso o simulador de un Veracruz ‘bananero’, sino incluyente y conciliador. ¡A Cuitláhuac, otra historia!
Al calce…
Con cinismo, descaro y como un vulgar bucanero dejará, en breve, la gubernatura Cuitláhuac García, sin ser investigado por los órganos competentes, excepto el ORFIS que cumplió su trabajo al comprobar los ilícitos e irregularidades que cometió Cuitláhuac y su pandilla de rufianes.
Se embolsó campechanamente los dineros públicos, la partida oficial de 2016 que avaló la Legislatura local, los recursos para el pago de la deuda de mil 500 millones de pesos a los proveedores en general, entre ellos a los medios de comunicación. ¿Cuántas partidas como está se fueron a los bolsillos del bailarín de la Casa Veracruz o a las campañas de Morena? ¿Doña Rocío lo investigará, o de plano, será absuelto a priori como ocurre con el gobierno federal?